Técnicas de colocación de stents en el seno frontal
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La cirugía endoscópica ahora se usa comúnmente en el tratamiento de patologías simples y complejas del seno frontal. A medida que ha aumentado la experiencia con la técnica endoscópica, ha aumentado el uso de estos procedimientos para la cirugía del seno frontal. Los objetivos de la cirugía endoscópica del seno frontal incluyen la erradicación de la enfermedad, la implementación y el mantenimiento de una vía adecuada de drenaje y ventilación, y la restauración de la función mucociliar.
La patología del seno frontal es particularmente difícil de tratar debido a la anatomía estrecha y compleja del tracto de salida frontal (vea las imágenes a continuación).
Anatomía de la pared nasal lateral, esquema: (1) seno esfenoidal, (2) fosa craneal anterior, (3) célula etmoidal anterior, (4) seno frontal, (5) agger nasi, (6) infundíbulo, (7) posterior celda etmoidal
Anatomía del receso frontal. El receso frontal es un espacio en forma de reloj de arena (área sombreada en verde) con la cintura en el ostium frontal y su parte más estrecha que desemboca en el infundíbulo etmoidal: (1) seno frontal, (2) ostium frontal, (3) agger nasi celular, (4) bulla ethmoidalis, (5) fosa craneal anterior, (6) infundíbulo
La estenosis del receso frontal o la imposibilidad de establecer un tracto pueden provocar la persistencia de la enfermedad y complicaciones iatrogénicas. La estenosis posoperatoria del flujo de salida del seno frontal debido a la formación de tejido cicatricial, sinequias u osteogénesis es la causa más común de fracaso de la cirugía del seno frontal.
La estenosis del receso frontal se previene mejor evitando la manipulación innecesaria del tracto de salida y una técnica quirúrgica meticulosa. Sin la disección formal del ostium frontal, se ha demostrado que la etmoidectomía anterior con exposición del receso frontal da como resultado la resolución de la enfermedad del seno frontal. Por lo tanto, deben determinarse cuidadosamente las indicaciones para una sinusotomía frontal formal. Si se lleva a cabo una disección del receso frontal, el manejo meticuloso del tejido evitando cualquier trauma de la mucosa es clave para un resultado exitoso. La colocación de un stent frontal de rutina es innecesaria (vea la imagen a continuación).
3A: Vista endoscópica intraoperatoria del ostium frontal disecado después de etmoidectomía anterior total y ostioplastia frontal Draf 2a (vista del endoscopio de 70º): (A) pico nasal, (B) neo-ostium frontal, (C) base anterior del cráneo. Vista posoperatoria del ostium frontal con endoscopio de 70º. 3b: Neo-ostium frontal mucosalizado y bien cicatrizado 3 meses después del Draf 2a (ostioplastia frontal). En este caso no se utilizó ningún stent.
La causa más común de reestenosis del tracto de salida del seno frontal es iatrogénica (cicatrización posoperatoria, adherencias y lateralización del cornete medio). La patología inflamatoria grave, la poliposis obstructiva y el traumatismo no quirúrgico son otras causas frecuentes.
La incidencia de sinusitis frontal persistente con síntomas después de la cirugía endoscópica de los senos nasales es del 2 al 11% según numerosos estudios, todos con un seguimiento relativamente corto. Neel et al. En su estudio, la tasa de fracaso después del procedimiento de Lynch modificado aumentó del 7% a los 3,7 años al 30% a los 7 años. La colocación de un stent en el seno frontal puede ayudar a prevenir el fracaso del tratamiento endoscópico estándar de la enfermedad del seno frontal al mantener la permeabilidad y la integridad estructural del tracto de salida del seno frontal mientras tiene lugar la regeneración del revestimiento mucoso del neo-ostium frontal. En muchas situaciones, como después de un procedimiento de perforación (Lothrop modificado o Draf III) para neo-osteogénesis o extirpación de tumores, el revestimiento de la mucosa está ausente o se viola significativamente. La colocación de stents puede ser útil en tales situaciones.
Los stents colocados quirúrgicamente para mantener la ventilación y el drenaje de los senos frontales se han utilizado durante más de un siglo. Los primeros stents del seno frontal fueron tubos de oro utilizados en 1905 por Ingals. En 1921, Lynch describió por primera vez su técnica de frontoetmoidectomía, de la cual un componente clave era un tubo de goma de 1 cm utilizado para colocar una endoprótesis en el seno frontal. En los años siguientes se han realizado avances tanto en la instrumentación quirúrgica como en el nuevo material de la endoprótesis. En la actualidad, hay numerosas opciones disponibles para la colocación de stents en los casos en los que se prevé un alto riesgo de fracaso quirúrgico. Los stents difieren en cuanto al material, la forma y las técnicas utilizadas para desplegarlos.