Experiencia con el uso de la broncoscopia en el diagnóstico y tratamiento de la Covid-19
La videobroncoscopia flexible es un método versátil, fácil de usar y bien tolerado en pacientes con COVID-19 que están conectados a un ventilador.
Sus aplicaciones incluyen:
La recolección de muestras del tracto respiratorio inferior (esputo, aspirado endotraqueal, líquido de lavado broncoalveolar) para SARS-CoV-2 u otros patógenos puede ayudar a los médicos a determinar la selección antimicrobiana adecuada para obtener resultados clínicos favorables. La experiencia en China también ha demostrado que las muestras de las vías respiratorias inferiores tienen más probabilidades de ser positivas para SAR-CoV-2 que las muestras de las vías respiratorias superiores.
Este método también se puede usar para localizar lesiones sangrantes, detener el sangrado y eliminar esputo o coágulos de sangre. Las inyecciones locales de solución salina fría, epinefrina, vasopresina o fibrina y la terapia con láser se pueden realizar con un broncoscopio si se detectan focos hemorrágicos con un broncoscopio.
Ayudar con la creación de vías respiratorias artificiales, intubación endotraqueal controlada o traqueotomía percutánea.
A través de la broncoscopia, se pueden administrar al paciente medicamentos como el interferón alfa y la N-acetilcisteína.
La broncoscopia ayuda a obtener imágenes de broncoscopia que muestran una gran congestión de la mucosa bronquial, edema, secreciones espumosas en la luz y esputo gelatinoso que bloquea las vías respiratorias.
